Entradas

Mostrando las entradas de enero, 2014

La Canción del Verdugo, de Norman Mailer

Imagen
Obra ejemplar de la llamada novela crónica, La Canción del Verdugo es un texto que caló profundo, siendo uno de las más recordados hasta el día de hoy, y a más de 10 años de su primera lectura. Mailer, uno de los más ásperos y rabiosos cronistas de la sociedad americana, tuvo un muy famoso antagonismo con Truman Capote,  su célebre contemporáneo,  que en su tiempo se auto-proclamó como el inventor del género donde fusionaba la realidad del periodismo con la ficción literaria, conocido como Nonfiction Novel . Pese a que A Sangre Fría fue considerada una cumbre, sin duda un referente de este estilo, hubo una gran controversia en los círculos de intelectuales al respecto, ya que habían muchos ejemplos en diferentes países, de novelas que habían sido extraídas de casos reales documentados. Por supuesto, uno de los más críticos de esto fue el mismo Norman Mailer, que al haber participado directamente en la XX Guerra Mundial, había incluido fuertes dosis de veracidad periodística en toda

La Casa Azul y sus fantasmas

Imagen
Ahí está como ayer, recordándonos que para construir una gran historia personal no se requiere más que el poder de la fuerza de voluntad. Por encima de la fama, del éxito, del ego, del dinero, por encima siempre está esa fuerza. La voluntad de ser uno mismo, de defender sus ideales, de crear un tótem de nuestras obsesiones. Eso es lo que para mi fue Frida, y este fue su legado al mundo. Nunca había ido a la Casa Azul. Más de 20 años viviendo en la Ciudad de México en dos etapas de mi vida y nunca me había parado ahí, en uno de los más emblemáticos lugares de la capital azteca, de esos que los turistas ponen como prioridad máxima cuando visitan nuestro país. Pero no he de negar que las huellas sucias de ese empalagoso marketing que siempre ha rodeado la figura de Frida fue creando con los años cierta resistencia de ir al sitio. No fue hasta la visita de los hermanos de Papá, que venían desde las remotas tierras charrúas por primera vez, a más de 36 años de mi llegada a México