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Mostrando las entradas de 2013

San Miguel de Allende, historia de contrastes y esplendor

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Hace unos días tuvimos oportunidad de revisitar después de algún tiempo, el magnífico pueblo de San Miguel de Allende, al cual el nombre de “pueblo mágico” le viene quedando corto, siendo uno de los lugares más atractivos del centro de nuestra tan castigada y aún esplendorosa República Mexicana. Terracotas, amarillos y rojos distinguen el lugar; herrería colonial, pequeños nichos y estatuas de ángeles o santos de cantera adornan de forma exquisita ese irregular terreno tan característico de la sierra del sureste guanajuatense. Arcos y portales que nos invitan a espiar, encontrando en cada uno de ellos ya sea un exuberante jardín, una elegante boutique, una galería de arte contemporáneo, o simplemente un viejo living room con muebles de madera tallada de valor inestimable. Todo en San Miguel de Allende parece estar pensado para yacer ahí, como una vieja escenografía del auge minero de Guanajuato, haciendo de cada rincón una postal. La referencia más típica de San Miguel

San Gabriel de Barrera, un paseo fotográfico

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Camino a Guanajuato, por la zona de Marfil, existe uno de los lugares quizás más captado en imágenes del Bajío Mexicano, pero no por esto menos interesante. Exhibiendo todo ese esplendor de las grandes haciendas de la segunda mitad del siglo XVII, esplendor colonial; el lugar se compone del área de vivienda, actualmente funcionando en una parte como oficinas y en otra como museo; del área religiosa, con su ilustre Retablo del Siglo XV, y la tercera, que fue el sujeto de este paseo, que consta de 17 jardines de una belleza inigualable. El “San” en cuestión, Capitán Gabriel de la Barrera, se procuró de crear una gran dinastía familiar con grandes haciendas basadas en el proceso de los metales en el esplendor minero de la colonia.  Sin embargo, la belleza del recinto tal y como hoy se presenta, se debe a la Sra. Elsa Bas de Armida, última dueña particular del lugar. En 1975, el Gobierno del Estado de Guanajuato la adquiere, abriendo sus puertas al público general en 1979. Más all

Las mil lecturas de Pedro Páramo

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Hace unos meses se cumplió con esa asignatura pendiente, la lectura de Pedro Páramo de Juan Rulfo. Desde entonces, se ha tenido oportunidad de intercambiar ideas y lecturas de la novela con amigos y gente cercana. La pregunta de ¿Qué entendiste? es la que más surge en estas conversaciones.  Lo notable de Pedro Páramo es que a pesar de su síntesis, goza de una magia y un hermetismo que casi nos obliga a múltiples lecturas. No necesariamente porque no tengamos nuestra versión de la obra, si no para descubrir las miles de otras que existen. Y también siempre será más fácil esto que hacerlo con el Quijote , o con La Divina Comedia . Entre esos múltiples ángulos, uno interesante es la visión de esos mundos rurales de mediados del siglo pasado, desde el lente del siglo XXI. Ahí se pueden descubrir aspectos interesantes. De la Comala que encuentra Juan Preciado a su llegada, por petición de su madre, actualmente queda muy poco. Quién le diría a Rulfo que su celebérrima obra iba a e

La vigencia de Aqualung, a más de 4 décadas

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Esta es una publicación que se llevó demasiado tiempo de reflexión, y aún más en la ejecución. Mucha basura tuvo que drenarse de la cabeza para que aquellos escritos dispersos iniciados en 2011, año del 40 aniversario, tomaran forma y se fueran atando los cabos sueltos.   Recordando en la friolera de inicio de la década de los 90, lo primero que llegó a mis oídos de Jethro Tull fue él tono ascendente de Mary La Bizca , que formaba parte de un compendio de éxitos de la banda. Después del canto de un gallo, una flauta transversa  inicia como un preámbulo que bien podría extraerse de la banda sonora de una película y que poco a poco, se hace acompañar de la sección rítmica: el piano, el bajo y la batería cada vez más intensas, que abren el camino a un sólido sonido de potentes guitarras.  La crudeza de la historia de la célebre prostituta que se transforma en el ángel de los vagabundos está ahí, Mary quizá no es la dama más glamorosa, pero es la única medicina para las penas d