La Canción del Verdugo, de Norman Mailer

Obra ejemplar de la llamada novela crónica, La Canción del Verdugo es un texto que caló profundo, siendo uno de las más recordados hasta el día de hoy, y a más de 10 años de su primera lectura. Mailer, uno de los más ásperos y rabiosos cronistas de la sociedad americana, tuvo un muy famoso antagonismo con Truman Capote, su célebre contemporáneo, que en su tiempo se auto-proclamó como el inventor del género donde fusionaba la realidad del periodismo con la ficción literaria, conocido como Nonfiction Novel. Pese a que A Sangre Fría fue considerada una cumbre, sin duda un referente de este estilo, hubo una gran controversia en los círculos de intelectuales al respecto, ya que habían muchos ejemplos en diferentes países, de novelas que habían sido extraídas de casos reales documentados. Por supuesto, uno de los más críticos de esto fue el mismo Norman Mailer, que al haber participado directamente en la XX Guerra Mundial, había incluido fuertes dosis de veracidad periodística en toda su obra desde la emblemática novela Los Desnudos y los Muertos de 1948, que ya será sujeta de una reseña futura. Un excelente ejemplo de que Mailer no mentía es su novela Los Ejércitos de la Nochecontemporánea de A Sangre Fría, en donde se aborda el tema de las manifestaciones de intelectuales en contra del Pentágono oponiéndose a la Guerra de Vietnam, en donde Mailer fue uno de los protagonistas junto con otras lumbreras como Robert Lowell o Noam Chomsky. Obra con la que obtuvo los premios Pulitzer y el National Book Award, sólo dos años después de la publicación de la novela de Capote.

Pero más allá de quién se reconozca como fundador de este género, Mailer da una lección de perfección en el mismo con La Canción del Verdugo, publicada en 1979 y por la cha obtendría su segundo Premio Pulitzer.  La novela aborda el caso de Gary Gilmore, asesino múltiple residente en el estado de Utah, que decidió llevar su propia defensa, y que causó una gran polémica en su época respecto a la re-instauración de la pena de muerte en Estados Unidos. Con una narrativa y estilo literario perfectos, la novela de Mailer se divide de dos partes que bien podrían ser tomadas como novelas independientes; en la primera, se hace una biografía íntima y profunda de Gilmore, mientras que en la segunda se aborda el tema de las repercusiones sociales, éticas, políticas y mediáticas que se tuvieron a partir de su captura.

Gilmore pasó 18 de los 35 años que vivió en la cárcel. Desde muy joven fue incapaz de adaptarse socialmente, pasando constantemente períodos en la sombra, y salir de ella con el único fin de reincidir. Llevaba una relación muy intensa con su novia Nicole, de 19 años, que era la única persona en el mundo que lo quería. Vivían en el estado de Utah, en donde existe el consabido puritanismo mormón y, obviamente, ambos pertenecían a ese segmento que no era “socialmente aceptable” de la población. La impulsividad inestable de Gilmore, así como la pasión desencajada de Nicole por él, sus encuentros y desencuentros, los intentos de Gary de readaptarse infructuosamente en una sociedad marcada por los prejuicios conservadores, la concatenación de hechos y la culminación fatal de los mismos son abordados por Mailer con una sensibilidad muy particular, de forma casi quirúrgica, en donde nos saca del cliché fácil del retrato del monstruo asesino analizando al ser humano y a las circunstancias que lo fueron llevando a tomar decisiones extremas. Esta primera parte es una obra poética de amor maldito, con una narración muy íntima centrada en Gary y Nicole.

La segunda parte es casi la antítesis de la primera. Por un lado la obra sigue en la cuestión íntima de los protagonistas, hasta llegar a abordar la relación torcida que llevan Gary y Nicole separados por las rejas, pero por otro lado empieza a crecer y derivarse hacia las repercusiones después del brutal crimen. En el proceso, el Sistema Judicial, sujeto a una gran presión de grupos abolicionistas que argumentan que la reinstalación de la pena capital obedecía más a cuestiones de discriminación racial o social que a un interés de saneamiento público, pone a Gary como merecedor de dicha pena. Pero también, le trata de dar todos los elementos para que tenga una defensa larga, que agote todas las posibilidades de apelación y que alargue lo más posible la ejecución. Sin embargo, Gilmore les cambia el guión y se niega a ser defendido por abogados de oficio, él mismo será su propio abogado y su objetivo es remover toda traba legal que impida la ejecución de la sentencia. Para esto se adentra en el estudio profundo de las leyes con la erudición de un Maestro. Es así como Gilmore exhibe el cinismo de un Sistema, que por un lado establece la pena capital, mientras que por el otro se esfuerza en no ejecutarla en un ciudadano blanco, residente de uno de los estados más puritanos del país. Es de este modo que Gilmore se convierte una especie de héroe de las clases desprotegidas.

Adicionalmente, la novela también toca otro tema fundamental: la intervención de los medios en el caso. Al ver que la historia de Gilmore se empieza a convertir en una bola de nieve en el clamor popular, los medios empiezan una carrera desenfrenada para obtener los derechos de su biografía, ofreciendo millones de dólares por ella para la familia de Gilmore. El sinsentido de una sociedad carnívora que le quita todo a una persona, lo humilla y lo deja en un callejón sin salida, para después tratar de explotar los derechos de la publicación de su vida bajo el morbo de un asesinato brutal y una vez que descubren que detrás de ese marginado social existía un gran talento e inteligencia legal.

Son pocas las obras de las cuales podemos hacer referencia a tantos años de haberla leído como La Canción del Verdugo, y es por esto que siempre la recordaremos con cariño, y por supuesto la recomendaremos ampliamente. También hace reflexionar sobre las razones por las cuales a Mailer, a pesar de ser nominado en innumerables ocasiones, siempre le denegaron el Premio Nobel. Incluso se lo otorgaron a autores americanos sin el peso, la cantidad y la valía de su obra, pero conociendo un poco la filosofía del autor a través de la lectura de sus obras, seguramente eso sería motivo de una gran carcajada.

Y como el camino de la vida, el Diario Portátil ya prepara nuevos capítulos… ¿Qué podrá ser mañana? sólo el viento nos indicará la dirección.

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