Recomendación del Mes: “El Diario de la una Buena Vecina” de Doris Lessing

No siempre los libros que llegan a nuestras manos son agradables o complacientes y sin embargo, muchas veces esos libros agrios y ásperos los que se quedan con nosotros, los que traemos siempre en la memoria y que se vuelven una referencia obligada. Estos textos nos sacan de la zona de confort de lo que constituyen las tramas tradicionales, entretenidas o ligeras, removiéndonos aspectos internos que desde hace mucho teníamos en el desván. Este es el caso de la novela “Diario de una Buena Vecina” de la escritora Premio Nobel de Literatura, 2007, Doris Lessing.

Evocándonos el tono de los escritores que le dieron voz a los marginados como Charles Bokowsky o Juan Carlos Onetti, pero desde una visión femenina y con la lupa analítica tan característica de los británicos, la novela nos adentra  en un tema que está siempre latente entre nosotros, el olvido y el desprecio que sentimos hacia nuestros ancianos, agudizado sobre todo en las sociedades que se dicen avanzadas, donde se ha ido desvirtuando la concepción tradicional del núcleo familiar. Localizada en Inglaterra en la década de los ochentas, Janna es la exitosa y atractiva subdirectora de una importante revista de modas, mujer madura contemporánea blindada de toda atadura tradicional, que pasó sin mayor pena por la muerte de su esposo y que vivió con indiferencia la muerte de su madre; persona que detesta profundamente el estilo de vida familiar de la que considera su mediocre hermana y que ha construido su nicho de éxito concentrada en su actividad profesional. En el momento menos pensado, Janna se encuentra Mauddie, octogenaria gruñona que vive su vejez en el aislamiento y la soledad, defendiendo una fortaleza compuesta los pocos mendrugos que le ha dejado una vida llena de injusticias, de abusos y de olvido. El encuentro entre estos dos personajes es un catalizador de cambios profundos en sus respectivas vidas, y así se genera una amistad profunda que alberga una enorme ternura, entendimiento tácito y muy sensible poesía.

Efectivamente, si se lee esta pequeña introducción se puede deducir el tono de la historia. Sin embargo, sorprende ver cómo con elementos tan difíciles, Lessing construye una historia tan fantástica, en la cual el encanto radica en recordarnos los valores ya olvidados, dejando abierto ese mínimo resquicio de salvación para tanta gente que ahí está entre nosotros, que ni siquiera volteamos a ver y que es mucha más de la que imaginamos.

La aventura de Janna al involucrarse con Mauddie es una elección, no una imposición. Poco a poco se va convirtiendo un grito de salvación que nos advierte hacia dónde vamos todos.  La historia de Mauddie no es más que la tuya y la mía, que en mayor o menor medida viviremos de forma amarga el ocaso de nuestra vida... es entonces cuando la novela se magnifica, porque nos permite meter las manos al fango, escarbar y escarbar y encontrar que debajo, muy profundo, están las cosas verdaderas, aquellas que nos definen como seres humanos.

Respecto a la publicación de esta novela, hay algunas anécdotas interesantes. Escrito originalmente bajo el pseudónimo de Jane Somers, Doris quiso exhibir a los grupos editoriales de su época mostrando la dificultad de los nuevos autores para publicar nuevas propuestas. Lo logró completamente, al ser rechazada por la importante editorial que se enriqueció bastante con sus obras tempranas y ser publicada un año más tarde por otro editor.  El difundir este éxito en medios como el que están leyendo, es parte del triunfo de Doris y un recordatorio de la tenacidad requerida por los artistas para dar a conocer su obra.

Por último, y no por eso menos importante, es una reflexión que hace Lessing sobre el estereotipo del feminismo y de enarbolar esa bandera. A este respecto ella publicó en 1982 lo siguiente en The New York Times: “Lo que las feministas quieren de mi es algo que ellas mismas no han examinado porque se origina en la religión. Ellas quieren que de testimonio. Lo que realmente quieren que digan es, ‘Hey, hermanas, yo estoy con ustedes lado a lado en su lucha buscando el amanecer dorado en que no existan nunca más los hombres bestiales.’ ¿Lo que quieren es que sobre simplifique las expresiones acerca de hombres y mujeres? De hecho, ellas lo hacen.  He llegado con gran pena a esta conclusión.” La novela habla por sí sola en este sentido, el testimonio de Janna y de Mauddie es detallado, se analiza de múltiples ángulos y presenta la visión de la mujer actual con toda la complejidad requerida, pero lo hace también adentrándose en las situaciones intrafamiliares y en el contexto social, sacudiéndonos los cimientos a todos. Para mí como hombre agarrar el libro de Lessing representó un hecho trascendente, una forma de reacción a partir del entendimiento y el acercamiento con las mujeres, pero también con los ancianos y con todos aquellos que no entran dentro del esquema de la vida perfecta y feliz.

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