Recomendación del Mes: “El Agente Secreto” de Joseph Conrad.
Una de las mejores novelas que he leído en los últimos años. “El Agente Secreto” es un libro que, en primera impresión, parece una obra policial o de espionaje, pero Mr. Conrad la hace trascender con mucho a estos géneros y la transforma en una gran obra de autor, con un refinamiento y una intensidad en los personajes muy superior a cualquier obra tradicional de intriga.
El tema de la novela es álgido: el terrorismo y sus consecuencias. ¿Cómo se justifica una acción terrorista llevada a cabo por un grupo anarquista radical? ¿Cómo la interpretan las fuerzas de la ley? ¿Cómo lo viven sus actores involucrados de forma directa o indirecta? ó ¿Cuáles son los hilos del sistema político que se mueven?... algunas preguntas fascinantes en las que nos sumerge esta trama.
El Sr. Verloc es uno de los personajes principales en una obra donde no hay ciertamente “protagonistas”. Verloc es un viejo agente encubierto de una nación que vive en tensión política con Inglaterra, y que lleva operando de manera subterránea en Londres desde hace muchos años. En su vida aparente, el Sr. Verloc tiene una tienda de baratijas que es la parte de abajo de su misma casa, en donde comparte techo con su esposa, Winnie Verloc, mujer discreta e introvertida y el personaje más fascinante de la trama; su cuñado Steve, un joven con grandes problemas mentales, y su suegra. En la tienda esporádicamente se reúne con anarquistas de la vieja guardia, exlíderes sindicales y antiguos presos políticos que han envejecido y tratan de llevar la vida sin renunciar a sus ideales políticos.
De repente, las líneas del gobierno para el que sirve Verloc cambian, y llega un nuevo delegado del servicio secreto a la embajada que representa una “nueva guardia”. El orden tradicional al que Verloc sirvió ya no existe y con el cambio se avecina un desequilibrio de su posición como agente encubierto. La nueva administración, como suele suceder en estos casos, trae “ideas frescas” que tratan de reconstruir la historia desestabilizando el status quo actual. La nueva administración desautoriza a Verloc de forma humillante como si fuera un novato y su zona de confort se ve derrumbada súbitamente. Lo que sucede a partir de ahí es un maremágnum de situaciones que arrastran a todos los personajes cercanos a Verloc.
La novela fue casi un divertimento para Conrad, de esos libros que se escriben automáticamente sin pausa y que permiten el relajamiento de los grandes escritores entre obras más grandes y complicadas. El autor de “El Corazón de las Tinieblas” o de “Lord Jim” deja las obras épicas para una mejor ocasión y se deleita escribiendo este libro perfecto, a partir de unas pocas conversaciones con personas que se decían anarquistas y algunas referencias a hechos ocurridos en Inglaterra por sus tiempos.
Las novelas de intriga tradicionales nos dibujan una trama, que indefectiblemente se encausa a una solución. En “El agente Secreto” esto funciona de forma un poco diferente: la trama la van construyendo las mismas situaciones y los personajes, no porque se vaya a llegar a una conclusión, si no porque las decisiones subjetivas de cada actor y su drama particular se antepone al ensamble general de un caso de investigación, tal y como sucede en la realidad.
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