Imágenes de Jalpa de Cánovas

Por ahí en el camino que va de Purísima del Rincón hacia Ciudad Manuel Doblado, a un poco más de 40 Km de León, un día entre semana y a pleno sol me hallaba caminando en medio de calles apenas pavimentadas, cruzando fachadas cuarteadas por el tiempo y por el abandono de los habitantes originales, en una historia de migración cíclica de tantos pueblos de México. El lugar era Jalpa de Cánovas, el recientemente denominado Pueblo Mágico, y mis pasos llevaban rumbo, el encuentro de Don Armando, el cuidador de la exhacienda, símbolo reconocido del lugar.

En medio de las obras que se extendían desde la plaza central hasta la carretera que cruza el pueblo, pregunté por el señor, y así fue que, a base de referencias cruzadas de los trabajadores, pude ubicarlo a un costado de la obra, con una escoba y un costal, que iba llenando con escombros del viejo Jalpa, en la víspera de la obra que le está dando nuevo brillo al pueblo, para convertirlo en destino obligado de la región. 



El motivo de mi búsqueda era poderle pedir el acceso al señor, para poder entrar al molino de la antigua hacienda. Mientras esperaba a que Don Armando terminara su faena, dirigí mis pasos hacia el punto más notorio del lugar, que es el Templo de la Misericordia, que goza de un sobrio estilo neogótico discreto erigido en ladrillo rojo. La peculiaridad del templo es que justo se terminó de construir en 1925, a tan sólo unos días de que se implantaran en México las leyes que limitaban la personalidad jurídica del clero, uno de los principales detonadores de la Guerra Cristera, período durante el cual sus puertas permanecieron cerradas.

Después de curiosear en los alrededores del templo, comprar uno de sus deliciosos dulces de membrillo con cajeta y sus quesos fantásticos, propios de toda la región de Purísima; Don Armando me alcanzó y partimos para mostrarme el molino, que se compone por un edificio monumental que tenía los fines de bodega, y por una segunda estructura, en donde yacían hasta hace poco los esqueletos de las maquinarias. Ya no me tocó a ver el viejo mastodonte abandonado, y sólo me quedé con el recuerdo de varias áreas desoladas, ya sin techos en su mayor parte, y cubiertas por musgo, denotando como se han hido sumiendo en el abandono, pero que dan al lugar ese extraño encanto de las zonas fantasmas, siempre interesantes para la práctica fotográfica.



Atrás del viejo casco se encuentra otro de los símbolos de Jalpa, los campos de nogaleras. Múltiples hileras de árboles que se agrupan en secuencias que parecen interminables, y que rematan la vista en el viejo acueducto, parte de las obras hidráulicas diseñadas por el célebre arqutecto Luis Long, que conforman una atmósfera muy peculiar que invita a la reflexión. Este viejo acueducto se utilizaba para abastecer al molino desde la presa que se encuentra a varios cientos de metros del sitio, otro punto interesante para nuestras visitas.



Con un poco más de 700 habitantes Jalpa hace un gran esfuerzo por rescatar su entorno único, al más puro estilo de otros pueblos que después de caer en el abandono, se han ido convirtiendo en atractivo para los buscadores de viejos tesoros en nuestro México del siglo XXI. 

Comentarios

  1. Muy buena resena de Jalpa, estoy buscando que sitios no debo dejar de visitar en Jalpa ya que ire el proximo lunes por vez primera y me he dado buena idea con esto, gracias.

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